Proyecto Ámbar | Erika

Erika llegó a Taito con una sensación conocida: su casa ya no le alcanzaba.
El espacio era funcional, sí, pero se sentía rígido, despersonalizado.
Quería calidez, comodidad y algo clave: que su casa hablara más de ella.

En la primera etapa de Proyecto Ámbar, reconfiguramos el estar-comedor con una propuesta integral de interiorismo y muebles a medida.
Diseñamos una mesa ratona multifuncional que resuelve el lugar para comer y trabajar sin ocupar más espacio.
Cada material, proporción y uso fue pensado para que su rutina fluyera mejor.

También intervenimos su terraza: la convertimos en un pequeño refugio conectado con el interior, sin grandes obras, pero con mucho sentido.